UN TEÓLOGO Y FILÓSOFO GANÓ EL PREMIO NACIONAL DE CULTURA
Por Manuel Zevallos Vera
Con un gran acierto de justicia
axiológica el Ministerio de Cultura a cargo del Dr. Luis Peirano Falconi,
después de muchas décadas restableció y convocó a concurso público los premios
nacionales de cultura, con la novedad de diversificarlos en tres categorías:
Trayectoria, Creatividad y Buenas Prácticas y después de una sostenida
deliberación de parte del respectivo jurado, ha declarado ganador en la
categoría “Trayectoria” al Teólogo y Filósofo Gustavo Gutiérrez, por tratarse
de un sacerdote que, en el campo acuciante de la teología, ha sostenido un
punto de vista de un cristianismo puro y fiel al sentimiento humano del mensaje
de Cristo. Con Gustavo Gutiérrez hemos alternado y conversado en certámenes y
congresos nacionales de Filosofía, hemos leído y comprendido su pensamiento
sobre la “Teología de la Liberación” y cuya concepción la comento en mi libro
“La Identidad Filosófica de América Latina”. En resumen decimos lo siguiente:
En su consagrada obra traducida a
varios idiomas “Teología de la Liberación”, Perspectiva editada en 1,971, los
comentarios, polémicas, adhesiones, adversarios y seguidores se han
multiplicado en el mundo y Gustavo Gutiérrez, sin abandonar ni traicionar su
posición evangélica, ha calado hondo en el alma y la misión redentora del
hombre, no sólo espiritual, sino social, por parte de la Iglesia Católica. Para
Gutiérrez, “la reflexión teológica sería entonces necesariamente una crítica de
la sociedad y la iglesia, en tanto convocados e interpretados por la Palabra de
Dios”.
La Teología de la Liberación,
basada en la gracia que Dios ha derramado sobre todos los hombres, no concibe
cómo puede marginar la sociedad a los que sufren pobreza material y a los que
han sido abatidos por la pobreza espiritual y han sido condenados; sostiene con
justa razón, que el interlocutor de la Teología de la Liberación es el pobre,
el no persona, aquel que no es valorado como ser humano, pero además esta
concepción liberadora va más allá, pues considera y rechaza la dependencia, el
dominio, el sometimiento de la mayoría de pueblos a la servidumbre, lo que nos
revela con razón y se da una toma de conciencia de las masas para buscar su
liberación.
La concepción de liberación de Gutiérrez,
cuestiona no sólo la realidad de injusticia social en que viven las mayorías,
sino que abarca el crítico campo religioso, en tanto considera, con lúcida
razón, que si Cristo muere por redimir al hombre del pecado, es para hacernos
sentir libres, en virtud de cuya libertad, los hombres deben buscar su
liberación, concientes que la relación entre los hombres es un intercambio de
libertades que tienen que ser respetadas; y aún va mucho más lejos, porque
reconoce la necesidad de que la teología y la acción pastoral, se preocupen de
los condenados que han perdido la gracia y se pregunta Gutiérrez: ¿Cómo vivir
sin gracia?. Esta es, en apretada síntesis, la concepción teológica de Gustavo
Gutiérrez sobre la liberación social y espiritual de los hombres, dentro de una
sociedad que hace agua por todas partes, reclamando justicia, verdad y
dignidad.
Gustavo Gutiérrez es un filósofo
de la religión que propugna el bien y el perfeccionamiento del hombre en su
instancia terrenal, no sólo espiritual, sino también material, que satisfaga
sus necesidades individuales y sociales. Hay también teólogos, como Agustín de
Hipona que aspiran a redimir al hombre del pecado de rechazar la gracia que
Dios les ha conferido, para que ganen el derecho de ir a la “Civitas Dei”, pues
la “Civita Terrena” es sólo una instancia pasajera y de prueba en la que el
hombre debe sacrificarlo todo por mantener su pureza espiritual; en cambio
Gutiérrez sostiene que no existe incompatibilidad en no perder la Gracia Divina
y ganar el derecho a una vida digna, justa y humana en la tierra.
En esta concepción la filosofía
queda totalmente comprometida con la religión, y su sentido liberador se
sustenta en la ligazón del hombre con su Dios, por ser una criatura que goza de
los privilegios humanos y divinos que su Hacedor le ha concedido.
Así como el filósofo peruano
Augusto Salazar Bondy ha sostenido con mucho vigor su teoría sobre la Filosofía
de la Liberación y tú Gustavo sostienes con mucho sacrificio personal la
Teología de la Liberación, yo sostengo como un filósofo libre pensador “la
Liberación de la Filosofía” que en suma es el campo de elevados sentimientos e
ideales humanistas; debemos rechazar la sin razón, la insensatez, la esclavitud
material o espiritual, la injusticia, la violencia y el terrorismo.
Gustavo, tus amigos celebramos tu
triunfo y personalmente te digo como un contendiente del concurso, en buenas
manos está la antorcha de tu brillante y sacrificada trayectoria.
No comments:
Post a Comment