JAVIER PULGAR VIDAL Y SU ECOREGIONALIZACIÓN

JAVIER PULGAR VIDAL Y SU ECOREGIONALIZACIÓN

Por: Manuel Zevallos Vera

Antes que el Perú se convierta en república, en sus orígenes preincas, funcionó una sabia división política y administrativa concentrada en cuatro suyos que anualmente daban cuenta al Inca en la fiesta del Inti Raymi de los logros, proyectos y metas alcanzadas y recibían del Inca su aprobación, crítica y consejos; era una organización muy sólida, unitaria dentro de la diversidad y provechosa para el desarrollo y poderío del imperio.

Conquistado el Perú y sometido a colonia a la caída del imperio, el régimen político administrativo impuesto por lo españoles, a partir de la autoridad suprema del Rey de España, tuvo el siguiente ordenamiento:

Consejo de Indios encargado del gobierno nacional con facultades legislativas, ejecutivas, administrativas y judiciales.

El Virrey, autoridad suprema representante personal del Rey con atribuciones políticas, legislativas, militares, administrativas y religiosas.

La Real Audiencia que administraba justicia, con funciones de gobierno en casos de emergencia.

Los corregimientos como división de las audiencias a cargo de un corregidor encargado de cobrar tributos al indígena; los cabildos encargados de administrar los centros urbanos integrados por regidores y el alcalde.

Las capitanías generales con carácter militar.

Producida la independencia del Perú y terminada la administración colonialista se han ensayado diversos sistemas para la administración política y económica del territorio nacional. Todos los sistemas han girado en torno a la subdivisión en departamentos, provincias, distritos, sometidos al centralismo político y económico de Lima, las reclamaciones de los pueblos y de los partidos liberales para lograr una nueva regionalización territorial de acuerdo con los intereses y las tradiciones de vecindad de los departamentos y, consecuentemente, una descentralización administrativa y económica, fueron frustradas por divergencias conceptuales y políticas y fundamentalmente por los egoísmos centralistas. Todos los intentos fueron fallidos, postergados y dilatados. 

Tanto el régimen colonialista español y la organización administrativa del Imperio Incaico, tuvieron solidez y buen gobierno para sus intereses; en cambio el Perú republicano, hasta la fecha, no ha logrado definir y aplicar una regionalización real, positiva y respetuosa del sentimiento e intereses de vecindad de sus pueblos pues lo único que se ha hecho es mantener la división en departamentos cambiándoles el nombre por regiones, o sea que no se avanzó nada en materia de regionalización, salvo la descentralización relativa de poderes políticos y manejo económico de sus presupuestos. El Perú está dividido en 25 regiones que son los 25 departamentos clásicos de su historia.

De todos los proyectos de regionalización que se han debatido en los parlamentos, como producto de una seria investigación de la realidad geográfica y natural del Perú y que arranca de las raíces de la sabiduría de nuestros antepasados incaicos, es el proyecto formulado por el geógrafo y naturista Javier Pulgar Vidal, sabio y gran Amauta del Perú; nuestro país debiera tener 8 regiones naturales y cada una de ellas corresponde a un espacio geográfico con características homogéneas en términos de altitud, clima, flora y fauna y que Don Javier las denominó las 8 regiones naturales del Perú, las que pueden ser subdivididas en otras pequeñas.

Las 8 regiones serían las siguientes:

La Chala o la Costa; la Inga o Tierra Caliente; la Quechua o Tierra Templada; la Semi o Tierra Fría; la Puna o Tierra muy fría; la Yauca o Tierra siempre cubierta de nieve; la Rupa o Selva Alta (ardiente en el día y fresca en la noche); la Orunagua o Selva Baja (muy abundante en peces de agua dulce).

Para cada una se describe las características productivas, ambientales y humanas que garantizan una vida y desarrollo de sus pueblos, es decir, que cuentan con los recursos necesarios vitales. Para los fines prácticos de su aplicación, como sistema regionalizado en nuestra época, sólo faltaría precisar su denominación de acuerdo con los tiempos actuales y dotarlo de un régimen jurídico y político según los caracteres propios de las ocho agrupaciones regionales, considerando la preservación del medio ambiente.

Este proyecto del Amauta Javier Pulgar Vidal reúne todas las características y condiciones de una verdadera regionalización con caracteres ecológicos que es lo que los organismos internacionales recomiendan.