SE VATICINA UNA NUEVA ERA MUNDIAL
Por Manuel Zevallos Vera
La era que vivimos arrancó de
mediados del siglo XVIII hasta lo que va de corrido del siglo XXI,
caracterizada, en lo económico, por el dominio del sistema capitalista con sus
etapas mercantilista, imperialista y liberal; en lo social, por la riqueza y
pobreza extremas; y en lo político, por la vigencia de la democracia con
imperfecciones y contradicciones, con problemas y conflictos permanentes que
originan una crisis total en todo el sistema, lo que está anidando y
produciendo signos de cambio que pronostican el advenimiento de una “Nueva Era
Mundial”, pues el barco de la humanidad actual está haciendo agua por varios
sitios vitales amenazando hundirse, sino se reacciona a tiempo por los centros
poderosos del poder económico y político para dar paso a un nuevo sistema.
La
crítica era actual acusa maravillosos avances caracterizados por el portentoso
desarrollo de la ciencia, la técnica y la tecnología, pero con condenable
déficit de pobreza extrema, narcotráfico e inmoralidad. Para dar la bienvenida
a una nueva era, tenemos que asegurarnos que exista la voluntad y la decisión
de aplicar una estrategia político social capaz de revertir el déficit moral de
la era por terminar para reconstruir una sociedad de equidad, de términos
medios y de justicia social, sin descuidar ni bajar la guardia para que
continúe el progreso material, científico y tecnológico de una sociedad moderna
y civilizada.
Yo difiero de los analistas y
pronosticadores que anuncian un cambio de la era que abarca los veinte o
treinta años últimos del siglo XX hasta nuestros días, sólo referida a la
estrategia de los negocios y el mercado. El concepto de era es mucho más amplio
y extenso en el tiempo histórico. ¿Qué debe entenderse por era con corrección y
propiedad?: “Extenso período histórico caracterizado por una gran innovación en
las formas de vida y de cultura. Era de los descubrimientos. Era atómica. Cada
uno de los grandes períodos de la evolución geológica o cósmica. Era
cuaternaria. Era solar II. Cristiana o de Cristo”.
Por nuestra parte podemos
agregar la Era del Socialismo Soviético, abiertamente opuesta al sistema
capitalista y burgués y que abarcó de 1,917 hasta fines del siglo XX y la Era
de la globalización a partir del último tercio del siglo XX hasta nuestros días
y que continuará no sabemos hasta cuándo y que, a pesar de su rechazo al
sistema marxista y al denominado materialismo dialéctico, sin querer queriendo
la globalización que impone reglas y condiciones de coherencia de sus partes
nacionales valederas para todo el mundo que participa de las obligaciones y
beneficios del mercado internacional, no es sino, en el fondo, la aplicación
del principio dialéctico de la filosofía marxista que dice: “Que todo se relaciona
y existe una dependencia de sus partes; que nada está aislado y que todo está
sometido a ley de concatenación”.
Estos comentarios los hago con
relación al libro del destacado analista japonés de los negocios
internacionales y de las estrategias para los empresarios del mundo del
capitalismo Kemichi Ohual con motivo de su libro “El Próximo Escenario Global”:
Desafíos y Oportunidades en un Mundo sin Fronteras.
Según este autor para tener éxito
en los grandes negocios es preciso actuar en el escenario global. Sostiene que
la globalización es un hecho que nadie puede detenerlo, que llegó para quedarse
y que nos está conduciendo a un nuevo escenario global.
Sostiene el cambio hacia una
nueva economía para un mundo sin mercados; que las teorías económicas de Keynes
y Milton Friedman son historia que podría sustituirlas; habla de lo que pueden
hacer los gobiernos cuando los Estados-Nación ya no cuenten en la era post
nacional, lo que supone la desaparición de las naciones en la nueva era global.
Este anunciado nuevo escenario
global, según el autor, ha sido previsto por dos fuerzas: Una por testimonios
de las circunstancias cambiantes a lo largo de las dos últimas décadas en las
que los cambios han sido sustanciales y dos que personalmente en los últimos veinte
años, ha conocido la experiencia de los pioneros de la economía global que
demuestran la necesidad de buscar alianzas, estrategias o las funciones
internacionales de empresas que han dado excelente resultado.
Estamos de acuerdo con el autor
en cuanto a que el próximo escenario global será una realidad de cohesión de
los grandes capitales del mundo sin fronteras, mas ponemos en duda la
desaparición de las naciones como unidades independientes que son producto de
sedimentación milenaria de desarrollo social, político, psicológico y humano.
Kemichi Ohual nos brinda recetas
para garantizar el éxito económico de las grandes empresas y empresarios, pero
no toma en cuenta la acuciante pobreza y empobrecimiento de las mayorías de
poblaciones del mundo, sin cuya solución no se puede vislumbrar una nueva era
global humanizada y equitativa.
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