¿FUERON JAPONESES LOS INCAS?
Por Carlos Zeballos
El origen de los incas siempre ha sido materia de
discusión. Leyendas claman que Manco Cápac y Mama Ocllo, los fundadores del
imperio, provinieron del Lago Titicaca (vía Amautacuna de Historia), o que fueron parte de
una casta divina que salió de una cueva, junto a los hermanos Ayar, los que
para algunos salieron de Ollantaytambo. Ellos enseñaron a
los nativos la organización y tareas agrícolas y domésticas (algo parecido a las leyendas mochicas).
Hace algunos años, el bibliotecario de mi facultad me
mencionó una teoría alucinante: los gobernantes incas habían sido originalmente
japoneses. No pude evitar soltar una carcajada. Si bien es cierto yo mismo
he encontrado numerosas similitudes entre los pueblos andino y japonés (por
ejemplo el concepto del Apu se parece mucho al del Ki), me sonó casi a que las líneas de Nazca las
habían hecho los extraterrestres. Pero el bibliotecario, un señor mucho más
leido y culto que yo, tuvo la gentileza de prestarme el libro "Manko
Kapa. El fundador del Imperio de los Inkas fue Japonés", escrito
por Francisco A. Loayza en 1926.
El autor, quien había vivido varios años en la sierra
peruana (1895-1901) y luego había hecho lo propio en el Japón (1912-1922),
encontró numerosas conexiones "idiomáticas,
características étnicas, ideas religiosas y supersticiones" entre las dos culturas. Estas
conexiones se enfatizaron cuando, a principios de los años 20, una embarcación
de pescadores japoneses llegó a la deriva a costas peruanas. Loayza sostenía
que del mismo modo hace siglos los japoneses habían llegado por mar y habían
fundado un imperio. Ojo, según Loayza, sólo los monarcas Incas eran
descendientes de nipones, no toda la raza quechua.
Bueno, no seré yo quien juzque estas aseveraciones, no soy
historiador ni arqueólogo, pero creo que vale la pena compartir algunas de las
originales ideas de don Francisco antes de que mueran en el olvido, más que por
lo que afirma, por las preguntas que plantea. Este es el primero de una serie
de posts al respecto.
¿QUIEN FUE MANKO KAPA?
Loayza parte de la
hipótesis de que los pueblos preincas tenían un nivel de desarrollo menor
previa a la llegada de Manco Cápac, tal como lo apuntaba Garcilaso de la Vega (1) y cronistas como Polo de Ondegardo (2) y Cristóbal de Molina (3).
Sostiene el autor que:
·
Manko Kapa
tenía conocimientos tecnológicos avanzados antes de la fundación del Cuzco.
·
Ningún
pueblo ha reclamado ser la cuna de Manko Kapa.
·
Díjose ser
Hijo del Cielo (ya que sabía que no podía haber sido reconocido como nativo de
ninguna de las tribus del lugar).
·
Los incas
hablaban un idioma diferente al quechua, que hablaba el resto de la población.
·
Según
Garcilaso de la Vega "la
familia real incaica tenía un idioma especial de Corte" (4).
·
El nombre
Manko "no tenía significación
cierta, pero no hay duda que la tuvo en la lengua particular que los incas
usaban"(5).
·
Según
Garcilaso, en 1609, escribía también "Manko
es nombre propio, no sabemos lo que significa en la lengua general del Perú,
aunque en la particular que los incas tenían para hablar unos con otros, debía
tener una significación... Los incas tuvieron lengua que hablaban entre ellos,
que no la entendían los demás indios, ni les era implícito aprenderla, como
lenguaje divino"(6).
EL ORIGEN DEL NOMBRE MANKO KAPA
Para analizar el origen de varias palabras incas, Loayza utiliza la filología. El autor propone la siguiente
metodología:
"Indistintamente se toman algunos
nombres de personajes y de nombres geográficos usados en tiempos incaicos. Se
busca enseguida su filiación y significación en quechua. Si obtenemos
resultados negativos, llevamos nuestra búsqueda a otros antiguos idiomas
peruanos... o de América del Sur. Y si por fin tampoco encontramos la
filiación, ni la significación de aquellos nombres, podemos afirmar que
pertenecen a ese idioma particular que únicamente hablaban los incas".
El autor no ha encontrado ningún vocablo parecido a MANKO
(o MANGO, como lo llamaron Miguel Cabello de Balboa, Martín de Morua, Pedro
Cieza de León y otros) en quechua, ni aymara, ni ninguna otra lengua americana,
incluidas las centro americanas. Pero sí encuentra un vocablo correspondiente
en japonés, la palabra MANAKO que significa OJO (bueno,
existe también la palabra "manco"en
japonés, pero no creo que ese haya sido el nombre apropiado para un rey, jaja).
眼
マナコ MANAKO
マナコ MANAKO
¿Porqué la diferencia entre MANAKO y MANKO? El autor la atribuye a
una ligera abreviación eufónica, similar a la que sufrieron palabras como Tarama (Tarma), Lanasca o Nanasca (Nazca) y la compara con casos
similares en otros idiomas (episcopus en
latín es obispo en español, evéqueen francés, bispo en portugués, bishop en inglés, etc.)
Prosigue analizando el vocablo KAPA (como escribió Pedro
Cieza de León o KABA como escribieron Agustín de Zárate, Pedro Sancho y
Cristóbal de Molina, a pesar de que la B no existe en quechua ni aymara. Martín
de Mortúa, Miguel Cabello de Balboa y otros escribieron CAPAC).
Tampoco encuentra filiación en el quechua ni el aymara,
aunque sí reconoce el vocablo quechua KAPAK, que significa "rico", y
que descarta como nombre para un monarca.
Sí encuentra dos posibles acepciones en japonés:
KAPAKU, que significa
"EL PODEROSO" O "EL QUE GOBIERNA", y que fue el título que
se daban así mismo monarcas japoneses como Sujiwara Mototsune (7).
KAPPA que se refiere a una
criatura acuática mítica.
河童
カッパ KAPPA
Manko Kapa sería entonces el Ojo del Poderoso o el Ojo del Dragón Acuático, en referencia a su origen en el lago Titicaca.
¿Todavía están riéndose o ya empezaron a levantar la ceja? Recién estamos comenzando, esperen a la sgte publicación que esto comienza a ponerse bueno.
Nota: Las referencias bibliográficas son tomadas del libro del autor Francisco Loayza.
(1) De la Vega, Garcilaso, 1609. Comentarios Reales. Tom I, cap. XV.
(2) De Ondegardo, Polo, 1571. Religión y Gobierno de los Incas, pag 45
(3) De Molina, Cristóbal, 1571. Conquista y Población del Perú, pag 139 y 140.
(4) Markham, Clemente, 1923. Posesiones geográficas, Cap I, pag. 53
(5) Oliva, Anello, 1598. Historia del Reino y Provincias del Perú, pag. 22
(6) De la Vega, Garcilaso, 1609. Comentarios Reales. Tom I, pag 68 y Tom. II, pag 234.
(7) Hitomi, I, 1901. Le Japón.
FUERON JAPONESES LOS INCAS? (II)
Antes de proseguir con el comentario del
libro de Francisco A. Loayza "Manko Kapa. El fundador del Imperio de
los Inkas fue Japonés", antes de que se me acuse de hereje y
antipatriota, voy a asumir la posición cómoda de decir que este blogger no se solidariza
necesariamente con las opiniones del autor. Efectivamente, no se trata de
mis ideas. Simplemente he reproducido un libro curioso escrito hace más de 80
años y que tiene una interpretación sui-géneris sobre parte de la historia.
Yo no suscribo las ideas de Loayza pero, honestamente, hay algunas de ellas a
las que no tengo la capacidad de "refutar categórica y
científicamente", en los términos del autor. Si he desempolvado esta
reliquia es porque considero que plantea preguntas muy originales a las que yo
mismo quisiera tener una respuesta erudita.
Así que veamos lo que este señor tiene que decir con mente abierta y buen humor.
En la anterior publicación comentaba la interpretación del autor sobre el nombre Manko Kapa, basándose en la filología. Siguiendo el mismo método, Loayza analiza numerosos vocablos importantes en la época del incario. En todos los casos analizados no encuentra una traducción al quechua o el aymara, o si la encuentra ésta no le ofrece un significado apropiado para el contenido simbólico que esa palabra encierra. He aquí una selección de los que me han parecido los casos más relevantes.
INKA
Polo de Ondegardo, Cristóbal de Molina, Augustín de Zárate, Francisco López de Gomara, Bartolomé de las Casas, Titu Cusi Yupanqui y otros lo escribieron INGA, mientras que Bernabé Cobo, Joseph de Acosta, Garcilaso de la Vega y muchos otros lo escribieron INCA.
Para Pedro Cieza de León(1) y Gutiérrez de Santa Clara (2) "el nombre inka quiere decir rey soberano".
Berbabé Cobo amplía el concepto: "llamáronse incas y gozaban de ese apellido no sólo los que tenían cetro y corona real, sino cuantos eran de su casta y sangre real..."(3)
Garcilaso de la Vega coincide con él: "Inca es la persona real y significa emperador, y en los de su linaje hombre de sangre real"(4).
Para Loayza, entonces, la palabra Inka no significa sólo rey (puesto que si fuera así, en el imperio hubieran habido miles con ese título), sino linaje, que era a su vez la casta gobernante, aquellos que ejercían autoridad sobre el pueblo. Dado que el vocablo Inka no existía en quechua ni en aymara, concluye que provenía del lenguaje exclusivo que hablaban los incas.
Sin embargo, sí encuentra un vocablo apropiado en japonés. INKA significa "AUTORIDAD".
Así que veamos lo que este señor tiene que decir con mente abierta y buen humor.
En la anterior publicación comentaba la interpretación del autor sobre el nombre Manko Kapa, basándose en la filología. Siguiendo el mismo método, Loayza analiza numerosos vocablos importantes en la época del incario. En todos los casos analizados no encuentra una traducción al quechua o el aymara, o si la encuentra ésta no le ofrece un significado apropiado para el contenido simbólico que esa palabra encierra. He aquí una selección de los que me han parecido los casos más relevantes.
INKA
Polo de Ondegardo, Cristóbal de Molina, Augustín de Zárate, Francisco López de Gomara, Bartolomé de las Casas, Titu Cusi Yupanqui y otros lo escribieron INGA, mientras que Bernabé Cobo, Joseph de Acosta, Garcilaso de la Vega y muchos otros lo escribieron INCA.
Para Pedro Cieza de León(1) y Gutiérrez de Santa Clara (2) "el nombre inka quiere decir rey soberano".
Berbabé Cobo amplía el concepto: "llamáronse incas y gozaban de ese apellido no sólo los que tenían cetro y corona real, sino cuantos eran de su casta y sangre real..."(3)
Garcilaso de la Vega coincide con él: "Inca es la persona real y significa emperador, y en los de su linaje hombre de sangre real"(4).
Para Loayza, entonces, la palabra Inka no significa sólo rey (puesto que si fuera así, en el imperio hubieran habido miles con ese título), sino linaje, que era a su vez la casta gobernante, aquellos que ejercían autoridad sobre el pueblo. Dado que el vocablo Inka no existía en quechua ni en aymara, concluye que provenía del lenguaje exclusivo que hablaban los incas.
Sin embargo, sí encuentra un vocablo apropiado en japonés. INKA significa "AUTORIDAD".
允可
インカ INKA
インカ INKA
TITIKAKA
Muchos historiadores conceden el origen de los incas al lago Titicaca, de donde salieron Manco Kapa y Mama Ocllo, los padres del imperio.
Joseph de Acosta afirma que "de la gran laguna Titicaca salió un Viracocha (Manko Kapa) el cual hizo su asiento en Tiahuanaco, y que de allí vino al Cuzco"(5)
Anello Oliva comenta que "los naturales hicieron en Titicaca muchos y solemnes sacrificios, llevando mucha honra a los extranjeros". (6)
Cieza de León (7), López de Gamarra (8), Pizarro (9), Zárate (10), y Morúa (11) coinciden con señalar el lago Titicaca como el lugar de donde salió el primer inka.
Pero, ¿cuál es el significado que se le atribuye a un lugar tan importante? Según quechiustas españoles, Titicaca proviene de TITI (PLOMO) y CACA (PEÑA). Pero, advierte el autor, CACA(evitemos bromas escatológicas) en quechua significa "tío", y en todo caso "peña" sería QAQA,CCACCA, o HAHA (cuya pronunciación es similar a una J, es decir como house en inglés, pero guturalmente más fuerte).
Según otros, como Oliva (12), la traducción vendría de TITI (GATO) y HAHA (PEÑA). Pero sucede que "gato" en quechua se dice misi o ulu mishi. En aymara "gato" se dice titi, pero lo lógico es que estas dos palabras sean quechua o aymara y no una mezcla de ambas.
Ahora, aún si fuera el caso, ¿es "Peña Ploma" o "Peña del gato" el nombre más apropiado para un lugar sagrado de donde salieron los padres del imperio?
Aquí Loayza ofrece una interpretación interesante. Usando la fonética quechua-aymara de THITHI CCACCA (siendo la THI casi una CHI y la CCA casi una JA) encuentra dos vocablos japoneses apropiados.
CHICHI en japonés significa PADRE
父
チチ CHICHI
チチ CHICHI
HAHA (pronunciado en español JAJA significa MADRE)
母
ハハ HAHA
ハハ HAHA
Loayza ofrece una explicación de cómo el sonido la CH ha pasado a ser T del quechua al aymara.
Quechua
- Aymara - Castellano
Pachak...... Patak........ Cien
Kocha........ Kota........ Laguna
Chunka...... Tunka...... Diez
Chipa......... Tipa....... Cesto
La transición entre CCACCA y HAHA en quechua es aún más cercana.
Así pues, el TITIKAKA sería CHICHI HAHA, el lugar donde salieron el PADRE y la MADRE del imperio.
CUZCO
Cualquier cuzqueño sabe que el nombre de su ciudad fue ridiculizado por los españoles (CUZCO significa perro pequeño). Por eso insisten en llamarse QOSQO, cuya fonénica es CCOSCCO o HOSHO, tal como hemos explicado en el caso anterior.
Según Garcilaso "Manko Kapa fundó la Ciudad y la llamó Cozco, que en la lengua particular de los Inkas quiere decir "ombligo" (13). En la lengua particular de los inkas, porque "obligo" en quechua se dice pupute, pupu. ¿Cómo se dice OMBLIGO en japonés? HOZO.
臍
ホゾ HOZO
ホゾ HOZO
El autor explora un poco más, intuyendo una deformación en el nombre de la capital, y encuentra la palabra HOSO, que significa en japonés "Trono Imperial" o "Reino Imperial"
寶祚
ホ-ソ HOSO
ホ-ソ HOSO
Loayza va más allá y encuentra el vocablo HOSHO, que significa "fortaleza".
堡障
ホショ-HOSHO
ホショ-HOSHO
Dice Loayza:
"Las voces HOSHO, peruana, y HOSHO,
japonesa, son algo más que gemelas, son una misma palabra cuya significación
trascendental en el presente caso es concluyente y definitiva".
Aquí sí discrepo con el autor y lo hago en sus propios términos. La palabra HOS-HO en quechua es muy diferente a la palabra HO-SHŌ en japonés. Se pronuncia HO (como home en inglés) SHŌ (como show en inglés, con una O larga). Es más, los japoneses encuentran muy difícil pronunciar dos consonantes seguidas, salvo la N. Si hubiera sido HOSUHO hubiera sido más convincente.
MAMA OCLLO
Polo de Ondegardo, Gutiérrez de Santa Clara, Cabello de Balboa, Diez de Betanzos y Bartolomé de las Casas llaman Mama Ocllo, a la hermana y posterior esposa de Manko Kapa.
MAMA significa MADRE tanto en quechua como en japonés.
En cuanto a Ocllo, era un título, más que un nombre propio. Garcilaso declara que "Ocllo era apellido sagrado y no propio".
Loayza utiliza un valor fonético muy similar, OCJO, pronunciando la JO como joke en inglés,. Luego encuentra una equivalencia en el japonés ŌJO (O larga), que significa PRINCESA IMPERIAL.
皇女
オ-ジョ OJO
オ-ジョ OJO
MAMA OCLLO vendría entonces a ser MADRE REINA.
COLLA
Colla o Koya, para la mayoría de los historiadores significa "Reina". Loayza utiliza los mismos caracteres anteriores pero en una diferente pronunciación, KOJO. Es muy común encontrar que los mismos caracteres tengan diferente pronunciación en japonés. Por ejemplo, 日本 se pronuncia NIHON o NIPPON (Japón), mientras que 本日 se pronuncia HONJITSU (hoy). Loayza entonces toma el término KOJO que significa, como dijimos PRINCESA IMPERIAL.
Sobre la diferencia entre KOJO y KOJA, el autor menciona 3 de los más de 40 ejemplos citados por Juan E. Durand en sus estudios etimológicos:
Quechua - Aymara - Castellano
Ahuayo...... Ahuaya.... Pañal
Illapu......... Illapa....... Rayo
Willco........ Willca...... Árbol medicinal
Ahuayo...... Ahuaya.... Pañal
Illapu......... Illapa....... Rayo
Willco........ Willca...... Árbol medicinal
Etcétera, etcétera...
¿Será cierto esto? No lo sé, lamentablemente no hablo quechua, aunque he verificado los vocablos japoneses y son en su mayoría correctos. En lo personal le haría una pregunta a Loayza. Si estos vocablos fueron japoneses, ¿por qué no transmitieron también los caracteres chinos o kanjis? ¿Por qué no enseñaron algún tipo de escritura a los incas, como se usaba en Japón? Aunque reconozco que mi argumento es un poco débil, ya que sólo una élite sabía leer y escribir en la sociedad japonesa de aquellos siglos.
¿Que la filología y la lingüística no son suficientes para establecer una conexión entre ambos pueblos? Es cierto. Pero en la próxima publicación comentaré factores religiosos, literarios, antropológicos y hasta musicales en los que el autor encuentra paralelos. Hasta entonces.
(1) Cieza de León, Pedro, 1550. La Crónica del Perú, Cap XXXVIII, pág 390.
(2) Gutiérrez de Santa Clara, Pedro, 1554. Historia de las Guerras Civiles, Tom II, cap. XLIX, pag 431.
(3) Cobo, Berbabé, 1653. Historia del Nuevo Mundo, Lib. XII, pag 131.
(4) De la Vega, Garcilaso,1609. Comentarios Reales. Tom I, cap. XV.
(5) De Acosta, Joseph, 1590. Historia Natural de la Indias, Cap XXV, pag. 113.
(6) Oliva, Anello, 1598. Historia del Reino y Provincias del Perú, pág 34.
(7) Cieza de León, Pedro, op. cit, Cap X, pág 471.
(8) López de Gomara, Francisco, 1552, Historia de las Indias, pags 231-232.
(9) Pizarro, Pedro, 1571. Descubrimiento y conquista del Perú, pág 37.
(10) De Zárate, Agustín, 1555. Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú. Cap X, pag 471.
(11) De Morúa, Martín, 1590. Origen de los reyes del Perú, Cap XXXIX, pag 206.
(12) Oliva, Anello, op cit, pág 33.
(13) De la Vega, Garcilaso,op. cit. Tom I, cap. XVIII, pag. 54.
¿Será cierto esto? No lo sé, lamentablemente no hablo quechua, aunque he verificado los vocablos japoneses y son en su mayoría correctos. En lo personal le haría una pregunta a Loayza. Si estos vocablos fueron japoneses, ¿por qué no transmitieron también los caracteres chinos o kanjis? ¿Por qué no enseñaron algún tipo de escritura a los incas, como se usaba en Japón? Aunque reconozco que mi argumento es un poco débil, ya que sólo una élite sabía leer y escribir en la sociedad japonesa de aquellos siglos.
¿Que la filología y la lingüística no son suficientes para establecer una conexión entre ambos pueblos? Es cierto. Pero en la próxima publicación comentaré factores religiosos, literarios, antropológicos y hasta musicales en los que el autor encuentra paralelos. Hasta entonces.
(1) Cieza de León, Pedro, 1550. La Crónica del Perú, Cap XXXVIII, pág 390.
(2) Gutiérrez de Santa Clara, Pedro, 1554. Historia de las Guerras Civiles, Tom II, cap. XLIX, pag 431.
(3) Cobo, Berbabé, 1653. Historia del Nuevo Mundo, Lib. XII, pag 131.
(4) De la Vega, Garcilaso,1609. Comentarios Reales. Tom I, cap. XV.
(5) De Acosta, Joseph, 1590. Historia Natural de la Indias, Cap XXV, pag. 113.
(6) Oliva, Anello, 1598. Historia del Reino y Provincias del Perú, pág 34.
(7) Cieza de León, Pedro, op. cit, Cap X, pág 471.
(8) López de Gomara, Francisco, 1552, Historia de las Indias, pags 231-232.
(9) Pizarro, Pedro, 1571. Descubrimiento y conquista del Perú, pág 37.
(10) De Zárate, Agustín, 1555. Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú. Cap X, pag 471.
(11) De Morúa, Martín, 1590. Origen de los reyes del Perú, Cap XXXIX, pag 206.
(12) Oliva, Anello, op cit, pág 33.
(13) De la Vega, Garcilaso,op. cit. Tom I, cap. XVIII, pag. 54.
¿FUERON JAPONESES LOS INCAS? (III)
En esta tercera entrega continuamos el comentario del libro
de Francisco A. Loayza "Manko Kapa. El fundador del Imperio de los
Inkas fue Japonés". En la primera y segunda parte
el autor había expuesto que, según diversos cronistas, los gobernantes incas,
además del quechua, hablaban otra lengua exclusiva y, analizando varias
palabras importantes cuyo origen no se encuentra en el quechua ni el aymara,
concluía que provenían de esa lengua misteriosa. Tras un análisis filológico,
dedujo que estas palabras provenían del japonés.
En esta tercera parte, incluiremos algunos otros factores en los que el autor encuentra varias similitudes, más allá de semejanzas lingüísticas.
MITOS DE ORIGEN
Loayza refiere paralelos entre los mitos de fundación inca y nipón.
Bernabé Cobo recoge la conocida leyenda de la fundación incaica:
"Manko Kapa bajó del Cielo a la isla Titicaca en
compañía de su hermana Mama
Ocllo por orden de su padre Sol, a quienes les ordenó que caminaran hincando
el suelo con un báculo de oro por cualquier lugar, y allí donde se hundiera el
báculo se establecieran y sometieran a las gentes de sus contornos y las
gobernaran paternalmente. Cumpliendo la voluntad del Sol, Manko Kapa se dirigió
al valle del Cuzco y al hincar en el suelo con el báculo, éste se hundió,
desapareciendo para siempre... Y de allí se separaron los dos hermanos,
caminado cada uno por un lado, Manko Kapa fue por la derecha y Mama Ocllo por
la izquierda, alrededor del valle. Al encontrarse nuevamente en el punto de
partida, fundaron la ciudad imperial. Y Manko Kapa tomó por esposa a su hermana
Mama Ocllo."(1)
El mito de
la fundación japonesa tiene varios elementos parecidos:
"Obedeciendo el mandato de augustas
divinidades, Izanagi, con
un koko, báculo en forma de lanza, salió de
las mansiones celestiales en compañía de su hermana Izanami. Y
franqueando el Puente del Cielo, que es el arco iris, llegó la divina pareja a
una superficie líquida y espesa. Era el mar. Sumerge Izanagi el báculo en las aguas
saladas, y al retirarlo, las gotas desprendidas se convirtieron en islas. Y a
una de ellas, la isla de Onogoro, bajaron los dos hermanos celestiales. Y luego
se apartaron para dar la vuelta a la isla, cada uno por su lado. Izanagi fue
por la izquierda e Izanami por la derecha. Al encontrarse después, Izanagi tomó
por esposa a su hermana Izanami"(2).
Loayza
sugiere que el mito de fundación peruana fue basado en el japonés.
Además, en el mito de la fundación japonesa, alrededor del 660 a.C. el emperador Jinmu Tenno tenía dificultades para conquistar a las diferentes tribus. Entonces Amaterasu, la divinidad solar y le dijo:
Además, en el mito de la fundación japonesa, alrededor del 660 a.C. el emperador Jinmu Tenno tenía dificultades para conquistar a las diferentes tribus. Entonces Amaterasu, la divinidad solar y le dijo:
"Yo te voy a enviar un cuervo y él te
guiará, seguramente, por buen camino"(3)
Pedro Sarmiento de Gamboa, apoyándose en versiones de algunos kipucamayoc, en 1572 dice:
"Manko Kapa traía consigo un ave
misteriosa, como halcón, a la cual veneraban todos como cosa sagrada, y que
ésta la protegía haciendo que las gentes le veneraran como señor"(4)
LOS OREJONES
Loayza sugiere que luego
de llegar a tierras peruanas y tras comprobar su superioridad tecnológica
respecto de las tribus locales, decidieron dominarlas por medios astutamente
paternales. Eligieron a un jefe y lo rodearon de un aura misteriosa, Manko Kapa y luego se llamaron a sí
mismos Inka, que habría significado "autoridad". Luego,
para distinguirse de los demás y darse un aire divino, se horadaron las orejas
desmesuradamente. Esta deformación es la que motivó que los españoles llamaran
a los monarcas incas "orejones". Loayza sugiere que esta deformación
de las orejas fue una copia de las imágenes budistas japonesas. Japón abrazó el budismo proveniente
de China y Corea en el siglo VI, y lo mezcló con su religión autóctona, el
sintoísmo. En todas imágenes de Buda éste es representado con los lóbulos de
sus orejas agrandados.
LOS AMAUTAS
Dada la ausencia de
escritura en el incario, los amaútas (sic) eran los encargados de
preservar las tradiciones, narrar la historia, inculcar la religión, mantener
las cuentas en los kipus y, fundamentalmente, inculcar las normas de disciplina
y respeto a la clase gobernante. El autor encuentra paralelo entre los amaútas
y funcionarios similares en el Japón, encargados de transmitir los principios del
sintoísmo en una época en la que no era conocida la escritura. Al parecer el
autor se refiere al periodo Kofun, previo a la introducción del Budismo.
Para Loayza, el término Amaúta (de donde toma su nombre nuestro buen amigo Amautacuna) encierra un contenido mucho más rico que el de "maestro", que es el que le han dado tradicionalmente varios historiadores. Basándose en testimonios de los cronistas, asume a los amautas como sabios y poetas, que transmitían sus enseñanzas a través de cantos y poesías.
Para Loayza, el término Amaúta (de donde toma su nombre nuestro buen amigo Amautacuna) encierra un contenido mucho más rico que el de "maestro", que es el que le han dado tradicionalmente varios historiadores. Basándose en testimonios de los cronistas, asume a los amautas como sabios y poetas, que transmitían sus enseñanzas a través de cantos y poesías.
Cieza de León indica, respecto a los amaútas: "Usan de una manera de romances y cantares, con los cuales les queda memoria de sus acontecimientos, sin olvidárseles, aunque carecen de letras".(5).
Miguel de Estete dice: "Aunque no tienen escritura los inkas, por ciertas cuerdas y nudos recuerdan a la memoria de las cosas pasadas, aunque lo más principal de acordarse es por los cantares que tienen" (6).
Morúa afirma: "los indios no tenían letras, ni estatutos, ni leyes, ni ordenanzas en ese tiempo, mas solamente en los cantares memoraban y recontaban las cosas pasadas y antiguas" (7).
Convencido de la relación de los amaútas con la historia, la poesía y la música, Loayza encuentra su origen en dos palabras japonesas. AMU, que significa HACER, COMPONER (no en el sentido de hacer una mesa, sino una obra intelectual) y UTA, que significa CANCIÓN, POEMA.
編
アム AMU
歌
ウタ UTA
アム AMU
歌
ウタ UTA
AMAÚTA (o AMUÚTA) sería entonces "El que compone poemas",
una especie de historiador en verso o un poeta de la Historia.
El autor diferencia los amaútas de los aravic, o trovadores que cantaban tanto las glorias nacionales como un amor contrariado. De aravic viene la palabra yaraví, una melancolía del alma. Loayza hace un paralelo entre el sonido, la disposición y condiciones de la quena incaica y el shakuhachi japonés.
Además el autor señala semejanzas entre las antiguas poesías japonesas y las incaicas, ya que ambas no tenían rima ni consonancias. He aquí un ejemplo de los varios que propone el autor:
El autor diferencia los amaútas de los aravic, o trovadores que cantaban tanto las glorias nacionales como un amor contrariado. De aravic viene la palabra yaraví, una melancolía del alma. Loayza hace un paralelo entre el sonido, la disposición y condiciones de la quena incaica y el shakuhachi japonés.
Además el autor señala semejanzas entre las antiguas poesías japonesas y las incaicas, ya que ambas no tenían rima ni consonancias. He aquí un ejemplo de los varios que propone el autor:
Quechua........Traducción
K'amriñ hui hina,........Nube que desprendes
para huachac, puyu,........como yo tus lágrimas
nanta pantachispa........cúbrele el camino
yanaita hintuicuy........impídele su marcha.
Japonés........Traducción
Amatsu kaze........Cubrid con nubes el cielo
kumo no kayo i shi........viento de rápido soplo,
fuki to shi yo........a fin de que
otome no sugata........no se vaya,
shibashi todomenu........no se vaya tan pronto.
K'amriñ hui hina,........Nube que desprendes
para huachac, puyu,........como yo tus lágrimas
nanta pantachispa........cúbrele el camino
yanaita hintuicuy........impídele su marcha.
Japonés........Traducción
Amatsu kaze........Cubrid con nubes el cielo
kumo no kayo i shi........viento de rápido soplo,
fuki to shi yo........a fin de que
otome no sugata........no se vaya,
shibashi todomenu........no se vaya tan pronto.
OTROS
Hay varias otras
similitudes, particularmente en la religión, que el autor menciona con más
detalle en un texto que lamentablemente no tengo en mi poder (8). Sin embargo,
puedo decir personalmente que encuentro similitud entre el sintoismo (
la idea de que hay un poder divino en la naturaleza (kami) que penetra en todo
pero se concentra en elementos naturales como ciertos animales, objetos,
ancestros y elementos del paisaje, particularmente montañas) y la forma cómo
los incas reverenciaban a las montañas, huacas o apus.
ALGUNAS OBSERVACIONES PERSONALES
Es cierto que hay similitudes notables entre ambas culturas, pero también hay grandes diferencias que Loayza ha pasado por alto.
La mayoría de los historiadores sitúa a Manco Kapa al inicio del siglo XIII, alrededor de 1200 d.C. Esa fecha corresponde, en la cronología japonesa, al periodo Kamakura (1185-1333).
Para entonces, y desde hacía mucho, los japoneses conocían la rueda, la pólvora, la tinta, el papel y la escritura con ideogramas (todos ellos traídos de China), invenciones que los incas desconocían.
Era la época de los guerreros samurái, cuyas soberbias armaduras no se parecían a las que usaban los incas. Los samurái eran también muy diestros en el manejo de la espada. Los incas, a pesar de ser grandes metalurgistas, tuvieron que defenderse de los españoles con hachas y mazos de piedra.
Hay diferencias también en la dieta (los japoneses no tomaban leche y no comían mucha carne).
Es cierto que hay similitudes notables entre ambas culturas, pero también hay grandes diferencias que Loayza ha pasado por alto.
La mayoría de los historiadores sitúa a Manco Kapa al inicio del siglo XIII, alrededor de 1200 d.C. Esa fecha corresponde, en la cronología japonesa, al periodo Kamakura (1185-1333).
Para entonces, y desde hacía mucho, los japoneses conocían la rueda, la pólvora, la tinta, el papel y la escritura con ideogramas (todos ellos traídos de China), invenciones que los incas desconocían.
Era la época de los guerreros samurái, cuyas soberbias armaduras no se parecían a las que usaban los incas. Los samurái eran también muy diestros en el manejo de la espada. Los incas, a pesar de ser grandes metalurgistas, tuvieron que defenderse de los españoles con hachas y mazos de piedra.
Hay diferencias también en la dieta (los japoneses no tomaban leche y no comían mucha carne).
La moda y el calzado, especialmente en las mujeres, era
también muy diferente. En cuanto a las artes, los japoneses conocían la laca no hay un uso similar en tierras peruanas, aún con materiales locales. No hubo
nada parecido a una ceremonia de té, a pesar de que estaba en
todo su auge en esa época en Japón.
¿Y qué hay de la arquitectura? Ese es un factor que Loayza omite totalmente. Aquí algunas diferencias que encuentro importantes:
·
Salvo la
ubicación en áreas sagradas de las montañas, la arquitectura inca y la japonesa
no tienen similitud en su estructura espacial, composición formal, organización
funcional o tecnología constructiva.
·
La
diferencia en el uso de materiales salta a la vista (piedra y adobe en el caso
inca; madera y quincha en el japonés). Podría objetarse que se debe a un entorno
diferente de donde se obtienen los materiales; aún así considero que hay
diferencias conceptuales radicales, formas de entender y vivir un edificio que
van más allá de los materiales usados.
·
La vivienda
japonesa o machiya es generalmente compacta, flexible y asimétrica; la kancha
inca es volcada a un patio y es simétrica.
·
La
organización de dominios público/privado también varía. La trancisión de
dominios desde el exterior al interior en el caso japonés es paulatina, y por
lo general los edificios nipones tienden a separarse del suelo. No hay nada en
los edificios incas como un lugar para removerse los zapatos, un barandal,
galería o un área de transición interior-exterior, muy común en la arquitectura
japonesa.
·
Pienso, sin
chauvinismos, que la mampostería de las paredes incas es una de las más
elaboradas de la historia de la arquitectura. No así los techos, que eran de
paja montados sobre una estructura de par y nudillo. En contraste, las paredes
de los templos japoneses eran muy simples, en general de madera, mientras que
ponían gran énfasis en construir complicadas y vistosas coberturas cubiertas con tejas. Incluso las minkas o casas rurales con sus techos de paja, tienen un
nivel de sofisticación más avanzado que el de las viviendas peruanas.
·
En pocas
palabras, la arquitectura japonesa es por concepto efímera y se renueva
periódicamente; la arquitectura incaica está hecha para durar por largo tiempo.
·
Si bien
ambas culturas infunden una atmósfera sagrada a los baños en las montañas y
existe similitud etre su percepción del paisaje, la organización espacial de
los mismos difiere notoriamente entre el caso japonés y su contraparte inca.
·
Sufriendo
Japón y Perú de terremotos frecuentes, las extrategias antisísmicas en la
arquitectura de ambos países difieren notablemente, siendo en todo caso la
técnica inca mucho más eficaz.
·
Se sabe que
Cuzco estaba organizado en torno a una gran plaza ceremonial, tal como lo han
sido numerosas ciudades de otras culturas peruanas a través de milenios. En
Japón no existió el espacio público sino hasta la apertura de este país al
occidente en 1868.
·
No tengo
conocimiento de jardines en el incario, al menos nada parecido a la tradición
de los jardines japoneses.
·
A pesar de
ser los incas diestros en el tratamiento de la piedra, no hay nada parecido a
una lámpara como
las que abundan en los templos nipones. Tampoco hay elementos verticales en los
templos incas parecidos a pagodas ni
nada cercano a un torii.
Entonces, si Manko Kapa y sus amigos fueron colonos que se lanzaron a conquistar islas en el archipiélago japonés y acabaron en el Perú, ¿cómo es que no transmitieron estos conocimientos básicos a sus descendientes o a sus gobernados? Si, por el contrario, se trataba de pescadores que no sabían artes ni letras y que se asimilaron a la cultura peruana, ¿dónde está su mérito? ¿qué es lo que enseñaron?¿sugiere Loayza que los quechuas preincas eran tan primitivos que asumieron como soberanos a un grupo de pescadores japoneses iletrados? Toda la evidencia indica que los incas se asentaron sobre la base de otras culturas peruanas, como Wari y Tiahuanaco; se trata del ápice de una cultura milenaria que se explica sin necesidad de elementos exógenos.
La teoría de Loayza deja pues muchos cabos sueltos. Sin embargo, el autor dejó para el final los capítulos más espectaculares de su libro. En la próxima y final entrega describiré la ruta que propone que siguieron los incas hasta su llegada al Titicaca algo que dejará a más de uno sorprendido. Hasta entonces.
(1) Cobo, Berbabé, 1653. Historia del Nuevo Mundo, Lib. XII, cap III, pag 38.
(2) Revon, Michel, 1910. Anthologie de la Littérature Japonaise, pag 28.
(3) Papinot, E, 1906. Essais sur l'Historie du Japón.
(4) Sarmiento de Gamboa, Pedro, 1572. Historia Índica, pág. 35.
(5) Cieza de León, Pedro, 1550. La Crónica del Perú, Cap CI, pág 444.
(6) De Estete, Miguel, 1537. Noticia del Perú, pag. 47.
(7) De Morúa, Martín, 1590. Origen de los reyes del Perú, Cap VI, pag 130.
(8) Loayza, Francisco, 1923. El Culto a los Antepasados. Revista arqueológica del Museo Larco Herrera. Tom. I, Pág 20 a 28.
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