Circulan por internet muchos decálogos del buen turista. Después de ver un poco qué es lo que dicen, me he quedado con lo mejor y he aportado un par de cosillas para hacer mi propia lista de consejos que están encaminados a un turismo más sostenible pero también a un turismo más interesante y que proporcione mejores experiencias.
Cultura: Viajar para desconectar, pero también para conectar y siempre respetando la dignidad de las personas:
- No intentar encontrar pruebas que confirmen nuestras ideas preconcebidas del lugar. Abrir los ojos y la mente.
- Quedarse más tiempo en el destino para entender más, conocer más gente y contaminar menos (Fin de semana de compras en Londres, mejor no).
- Aprender algo de la lengua y códigos culturales (para entendernos mejor), pero también de los problemas sociales y políticos (para saber dónde nos da el aire)
- No dar regalitos a los niños pobres (o generaremos la cultura pedigüeña). Si queremos ayudar, podemos ayudar a una organización popular local de confianza.
- No hacer fotos a la gente como si estuviéramos en el zoo. Preguntar y en caso de duda no hacer fotos.
- Si la cultura local es más conservadora, vestir de acuerdo con ella (no hace falta ponerse el burka, sólo pantalones largos)
- Obvio: no participar en la prostitución con menores (y con mayores mejor tampoco)
- Comparte tu conocimiento e ideas. Ellos también pueden aprender algo de ti
Economía: Viajar para contribuir a la prosperidad de la comunidad local:
- Comprar productos autóctonos
- Evitar la pulserita (hoteles “all-inclusive”). Que nuestro gasto no lo decida una gran empresa , sino nosotros mismos.
- No regatear a cara de perro (sin dejarse timar claro está)
- Contratar guías locales (profesionales si puede ser)
Medioambiente: Viajar intentando fastidiar el planeta lo menos posible:
- Evitar el transporte privado y el avión (sobre todo si es prescindible). Lo mejor: un pasito a pie y otro pedaleando.
- Minimizar el consumo de recursos: ahorrar agua, apagar luces y no abusar del aire acondicionado, etc.
- No meternos en este lugar virgen de malas maneras y a las bravas (no pretendas que no has visto la señal de prohíbido el paso)
- Cuando estemos en una zona de valor ecológico, limitarse a tomar fotos y dejar huellas.
- Obvio: No comprar animales autóctonos o productos prohibidos (marfil, cuerno de rinoceronte, etc.) ni llevarse plantas, rocas, etc.
Consejillos extra de mi cosecha:
- Minimizar el equipaje (más ahorro, menos CO2, menos preocupaciones)
- Usar pilas recargables (por parecidas razones al punto anterior)
- Buscar el equilibrio entre planificación alemana y flexibilidad
- Viajar en temporada baja si se puede (menos masificación, más ahorro)
- Manda las fotografías que prometiste. En la era del email, más fácil imposible.
- Si encontraste un lugar virgen y vulnerable, sé cuidadoso a la hora de compartirlo. Si plantas la semilla del turismo masivo podrías ser responsable de su destrucción.
- Pregunta a los alojamientos y demás profesionales turísticos sobre su política de responsabilidad hacia estos temas. Son muy sensibles a los comentarios de los turistas.
- No te pases de desconfiado. Sabemos que los turistas son objetivos fáciles de los ladrones, pero si desconfias en exceso estás autoexcluyéndote de posibles relaciones sociales, y serás despreciado por ello. Hay que informarse sobre los riesgos y tomar las debidas precauciones. Ni más ni menos .
Cultura: Viajar para desconectar, pero también para conectar y siempre respetando la dignidad de las personas:
- No intentar encontrar pruebas que confirmen nuestras ideas preconcebidas del lugar. Abrir los ojos y la mente.
- Quedarse más tiempo en el destino para entender más, conocer más gente y contaminar menos (Fin de semana de compras en Londres, mejor no).
- Aprender algo de la lengua y códigos culturales (para entendernos mejor), pero también de los problemas sociales y políticos (para saber dónde nos da el aire)
- No dar regalitos a los niños pobres (o generaremos la cultura pedigüeña). Si queremos ayudar, podemos ayudar a una organización popular local de confianza.
- No hacer fotos a la gente como si estuviéramos en el zoo. Preguntar y en caso de duda no hacer fotos.
- Si la cultura local es más conservadora, vestir de acuerdo con ella (no hace falta ponerse el burka, sólo pantalones largos)
- Obvio: no participar en la prostitución con menores (y con mayores mejor tampoco)
- Comparte tu conocimiento e ideas. Ellos también pueden aprender algo de ti
Economía: Viajar para contribuir a la prosperidad de la comunidad local:
- Comprar productos autóctonos
- Evitar la pulserita (hoteles “all-inclusive”). Que nuestro gasto no lo decida una gran empresa , sino nosotros mismos.
- No regatear a cara de perro (sin dejarse timar claro está)
- Contratar guías locales (profesionales si puede ser)
Medioambiente: Viajar intentando fastidiar el planeta lo menos posible:
- Evitar el transporte privado y el avión (sobre todo si es prescindible). Lo mejor: un pasito a pie y otro pedaleando.
- Minimizar el consumo de recursos: ahorrar agua, apagar luces y no abusar del aire acondicionado, etc.
- No meternos en este lugar virgen de malas maneras y a las bravas (no pretendas que no has visto la señal de prohíbido el paso)
- Cuando estemos en una zona de valor ecológico, limitarse a tomar fotos y dejar huellas.
- Obvio: No comprar animales autóctonos o productos prohibidos (marfil, cuerno de rinoceronte, etc.) ni llevarse plantas, rocas, etc.
Consejillos extra de mi cosecha:
- Minimizar el equipaje (más ahorro, menos CO2, menos preocupaciones)
- Usar pilas recargables (por parecidas razones al punto anterior)
- Buscar el equilibrio entre planificación alemana y flexibilidad
- Viajar en temporada baja si se puede (menos masificación, más ahorro)
- Manda las fotografías que prometiste. En la era del email, más fácil imposible.
- Si encontraste un lugar virgen y vulnerable, sé cuidadoso a la hora de compartirlo. Si plantas la semilla del turismo masivo podrías ser responsable de su destrucción.
- Pregunta a los alojamientos y demás profesionales turísticos sobre su política de responsabilidad hacia estos temas. Son muy sensibles a los comentarios de los turistas.
- No te pases de desconfiado. Sabemos que los turistas son objetivos fáciles de los ladrones, pero si desconfias en exceso estás autoexcluyéndote de posibles relaciones sociales, y serás despreciado por ello. Hay que informarse sobre los riesgos y tomar las debidas precauciones. Ni más ni menos .
¡Buen Viaje!